De vuelta a casa. Capítulo 6

Los celfos se encaminaron al lago Willow dónde encontrarán un anillo de un wilœ.Viajaron para muchos días y cuando llegaron al lago Willow descansaron. Mientras unos descansaban otros fueron a jugar en el lago, de repente algo le cogió los pies de Photographie y lo llevó debajo del agua, después le llevó a otro y después otro y otro y otro hasta que no quedaba ninguno en el lago. Los otros celfos muy preocupados rápidamente se levantaron y corrieron al lago para ver lo que había pasado. Axta se acercó pero algo le cogió de los pies, Dimbertube le cogió de la mano para que no la lleven pero le llevaron a él también. Los otros se alejaron del lago y preocupados corrieron hacía el bosque. Cuando se reunieron Vari la mayor de todos dijo:
-Tenemos que buscar un plan para rescatar a los otros.
-¿Pero cómo lo vamos a hacer?- preguntó Greda.
-No lo se, ¿alguien tiene alguna idea?- preguntó Vari.
Nadie sabía qué hacer y todos estaban buscando un plan.


En las aguas más profundas del lago los celfos fueron encerrados en un tipo de mazmorra por los wilœs.
-!Dartne illa ortned!- gritaron los wilœs.
-¿Qué están diciendo?- le preguntó Axta a Dimbertube.
-No lo sé, están hablando en su idioma.
-¿Dónde estamos?- preguntó Photographie.
-Estamos en el lago.- le dijo Dimbertube.
-¿Cómo lo sabes?- le preguntaron.
-Por eso.- dijo mientras señalaba a un gran pez que pasaba por al lado.


En el bosque a Okos se le ocurrió una idea.
-Y si hacemos un trato con ellos.- dijo mientras los otros les miraban.
-Podemos hacer un trato con ellos pero es que no tenemos nada que quieran ellos.-  le dijo Vari.
-A los wilœs les gustan mucho los berios pero como no pueden salir mucho del agua no los pueden comer, entonces nosotros les damos un montón de berios y les decimos que les dejen sueltos a los celfos y que nos den uno de sus anillos.-
Los celfos empezaron a recolectar un montón de berios, cuando ya tenían bastantes empezaron echando unos al lago. Después de unos minutos apareció una cabeza.
-¿Ueq siereuq?- preguntó.
- ¿Qué ha dicho?-  preguntaron todos menos Okos.
- He dicho, ¿qué queréis?- les dijo el wilœ.
-!Habla celfo!- exclamó Vari.
-!Tenéis berios! !Tenéis muchos berios!- exclamó mirando la montaña de berios.
- Sí, y queremos hacer un trato. Nosotros te damos los berios que quieras cuando quieras pero vosotros nos tenéis que dar los celfos que os habéis llevado y uno de vuestros anillos.
El wilœ se quedó pensativo...
-Un momento.- dijo mientras volvía al fondo del lago.


El wilœ le explicó a todos los wilœs lo que le habían dicho los celfos. A los wilœs les parecía mucho por unos berios pero les encantaban tanto que no los podían rechazar.
Los wilœs subieron a la orilla con las cosas que habían pedido los celfos y se los dieron.
Agradecidos los celfos les dieron los berios a los wilœs.
-Cuando se os gasten los berios tirar de esta cuerda y más berios caerán al lago.- les dijo Okos mientras tiraba de la cuerda y demostraba su funcionamiento.Los wilœs se fueron dejando a los celfos solos.
-¿Ahora que vamos a hacer?- preguntó Kitap.
-Ahora vamos a buscar un sitio para pasar la noche y mañana nos encaminamos al bosque de Rufie donde encontraremos una varita mágica de friufe.- le respondió Dimbertube mirando a la lista de cosas que tenían que coger para que Dertasefi les ayuda a volver a Folces.
Entre todos buscaron una cueva pero por donde estaban no había cuevas lo bastante grande para las dos familias, entonces tuvieron que buscar otra manera de refugiarse.
Lo intentaron de muchas maneras distintas pero ninguna funcionaba, no les quedaba mucho tiempo y pronto se iba a oscurecer.


-Tenemos que encontrar alguna manera de refugiarnos, porque cuando sea totalmente oscuro saldrán buhlos y muchas más criaturas terroríficas que irán a por los pequeños. Tenemos que encontrar una manera de protegerlos y la única manera de protegerlos es encontrando un refugio.- le dijo Okos a Dertasefi.
-Ya lo sé, pero no hay ningún sitio para refugiarnos.-
-!Tengo una idea!- dijo Okos mientras tiraba de la cuerda que hizo para los wilœs.
Una cabeza se asomó dentro del agua.
-¿!Qué quereís!?- preguntó el wilœ.
-Necesitamos que nos hagáis un favor.- le dijo Okos.
- Os puedo hacer un favor, pero depende,¿qué es?
-Necesitamos que les dejes a los más pequeños y a un mayor que se refugien en el lago porque no tenemos ningún sitio para refugiarnos y necesitamos protegerlos de los buhlos para que no les coman.
-Os podéis quedar todos pero, vais a tener que quedaros en la mazmorra porque no hay ningún otro sitio para que os quedéis.
-!De verdad!¿Nos dejarás quedarnos?
-Sí, pero solo durante una noche.


Los celfos durmieron en la mazmorra, las camas no eran muy cómodas y no había mucho espacio pero, por lo menos, no tuvieron que dormir fuera con los buhlos.
A la mañana siguiente se despidieron de los wilœs por última vez y se encaminaron a el bosque de Rufie.Durante el camino Smalsus,un celfo muy curioso, escuchó  un ruido en unos arbustos, claramente fue a ver lo que era, vió a una flor muy bonita y la olió. Después de olerla la flor se convirtió en una flor mágica. De repente Smalsus desapareció pero nadie se dió cuenta. Rato después Kika cogió una flor y la olió, ella desapareció y así empezaron a aparecer flores y flores por todos lados y los que las olían desaparecian, todos los celfos olieron las flores y desaparecieron menos Blogai porque estaba enfermo y no podía respirar por la nariz. Blogai no sabía qué hacer y por un momento se quedó  inmovilizado. De repente oyó algo,  eran las flores, se estaban acercando a él cada vez más. “¿Qué voy a hacer?” se preguntó asustado. Las flores ya le estaban rodeando completamente y no sabía cómo escapar. ¡Las flores le empezaron a agarrar de los pies y de las manos! ¡Estaba atrapado! Le pincharon con uno de sus pinchos inyectándole su veneno y se durmió. Cuando se despertó se encontró en una habitación oscura y llena de polvo, con muebles sucios y viejos, y algunos rotos.  De repente oyó un ruido muy silencioso, lo oyó dos veces, y después tres, y cuatro, a la quinta vez se dió cuenta de que era el estornudo de Shay. Shay era muy tímida y sus estornudos eran muy agudos y cortos.

  • ¡¿SHAY?¡ ¿!ERES TÚ?! - Preguntó Blogai gritando lo más fuerte que podía.
  • Sí. - Le respondió Shay en una voz bajita y finita.
  • Sigue hablando Shay y te seguiré la voz.  
  • Vale.
Shay empezó a cantar una canción mientras que  Blogai intentaba llegar a su voz arrastrando la silla e intentando no hacer mucho ruido ni tropezarse con nada.


¡Bum! ¡Crrsshh!

Blogai se tropezó con algo redondo y duro. De repente se oyó abrir una puerta.

  • ¿Que ha sido eso? - dijo una voz extraña a lo lejos.

Blogai se quedó quieto e intentó no hacer ningún ruido. Shay paro de cantar y se quedó en silencio. Se oyó cerrar una puerta.

  • Sigue cantando Shay. -le dijo Blogai.

Shay siguió cantando y Blogai se acercó a ella.

  • Tenemos que encontrarles a los otros. - Le dice Blogai cuando llega a ella.
  • ¿Pero como?.  - le preguntó Shay.
  • No lo se, pero tenemos que encontrar una manera. Primero tenemos que desatarnos de las sillas.

Para desatarse de la silla se pusieron de espalda a espalda y empezaron a  desatar los nudos.

Cada dos por tres se oía una puerta abrir, y después cerrar, y otra vez se oía abrir y cerrar. Cada vez que lo oían se quedaron quietos e intentaron no hacer ningún ruido por si acaso que les pillaba un guardia. Cuando por fin se desatararon de las sillas:

  • ¿Y ahora qué hacemos? - Le preguntó Shay a Blogai.
  • Ahora necesitamos algo para que podamos ver.

Se pusieron a buscar distintas cosas que podrían usar para hacer un fuego.
Blogai encontró un palo y un trozo de tela que estaba rota. Shay encontró una caja de fósforos. Shay le dió la caja de fósforos a Blogai. Blogai abrió la caja, dentro no había nada.

  • ¿Ahora que vamos a hacer?- le preguntó Shay.
  • Ahora tenemos que buscar otra cosa para encender el fuego.

Se pusieron a pensar en que podrían usar para encender el fuego. Después de pensar para un rato Shay dijo:
  • Mi mente es más simple que una roca.
  • ¡Eso es!
  • ¿El que?
  • Rocas, bueno piedras. Podemos buscar dos piedras y cuando le das una contra otra haces fuego.
  • Antes cuando me tropecé con algo creo que eran unas piedras.- dijo Blogai después de pensar para un rato donde encontrarlas.

Lo único que pasa es que como era tan oscuro era difícil ver las piedras o si eran piedras; andando por la habitación, la sala o lo que era, Shay, como tenía miedo de hacerse daño o algo, fue andando de una manera muy rara. Estaba cogiéndose de la pared para que no se cayera. Mientras andaba así encontró en la pared un interruptor. Sin darse cuenta le dió y se encendieron unas luces.

  • ¡No! ¡Apagalas, si no el guardia se dará cuenta!- le dijo Blogai.
Pero ya era demasiado tarde, entró el guardia y los vió…

Shay apagó las luces y se escondió dentro de un armario intentando de que no se oiga cuando cierre las puertas. Blogai andó lentamente hacia atrás hasta que se chocó con algo, o mejor dicho, con alguien. Los dos se asustaron y se oyó un grito muy agudo. Blogai le cayó al que estaba gritando y mientras le callaba se dió cuenta de que era uno de ello, es decir un celfo. Pero… ¿Quién era?
Los dos se escondieron debajo de algo que parecía una cama pero no estaban seguros.

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